A pesar de la polémica subvención que concedió el actual Gobierno a Vivanta, la compañía ha anunciado un ERE para sus odontólogos y trabajadores, pocos meses después de haber ingresado más de 40 millones de euros, cuya cuantía nunca justificó el Ministerio de Hacienda.
Todos los colegios profesionales y el consejo general habían manifestado públicamente su rechazo a subvencionar el déficit de una empresa relacionada con fondos buitre.