Según la Organización Mundial de la Salud, en 2017 las enfermedades bucodentales afectaban a más de 3.500 millones de personas en todo el mundo. Por ello, la 75 Asamblea Mundial de la Salud organizada por la OMS ha sentado, por primera vez en la historia, las bases de la primera estratégica mundial sobre salud bucodental. En ella, delegados de todos los países toman decisiones y establecen las principales líneas de actuación en materia de salud a nivel mundial. Según se recoge en el informe sobre el Proyecto de estrategia mundial sobre salud bucodental, cerca de la mitad de la población mundial sufre problemas de salud oral y «durante las tres últimas décadas, la prevalencia mundial de caries dental, periodontopatías y pérdida de dientes se ha mantenido en el 45%, lo que supone una prevalencia superior a la de cualquier enfermedad no trasmisible».
Hasta la fecha no se había planteado ningún plan mundial sobre salud bucodental. Gracias al desarrollo de esta estrategia, se fijan las bases para elaborar un plan de acción mundial sobre salud oral con unos objetivos claros y cuantificables que deberán alcanzarse en 2030.
Los principios rectores de dicha estrategia son:
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- Integrar los programas de salud bucodental en iniciativas coordinadas de salud pública más amplias. Integración de la salud bucodental en la atención primaria, haciendo más equitativo el acceso a una atención de salud integral y de calidad.
- Atención de la salud oral centrada en la persona, fomentando un enfoque más global en la evaluación de las necesidades, la toma de decisiones y la alfabetización en materia de salud bucodental y el autocuidado.
- Abordar la salud oral desde todas las etapas de la vida, incluidos los programas prenatales para lactantes, niños, adolescentes, adultos, trabajadores y adultos mayores.