Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad en el mundo, provocando el 17,9% de los fallecimientos. En España, las cardiopatías también ocasionan el mayor número de muertes, -116.615 fallecimientos al año-, tal y como revelan los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística.
Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra hoy, 29 de septiembre, recordamos a la población que la salud oral está directamente relacionada con la salud cardiovascular. Así lo demuestran varios estudios, entre ellos, Parokrank, del Instituto Karolinska de Estocolmo, que fue presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en agosto. La investigación desvela que la enfermedad de las encías (periodontitis) está estrechamente vinculada a los infartos de miocardio.
¿Cómo afecta la salud bucodental al corazón?
la periodontitis “es una patología crónica provocada por bacterias orales que pasan al torrente sanguíneo, generando una respuesta inflamatoria en el organismo. Esto sucede por la liberación de mediadores inflamatorios que dañan la pared de las arterias, facilitando la formación de placa (ateromas) que tapona las arterias y deriva en enfermedades cardiovasculares”.
Actualmente en España, ocho millones de personas padecen periodontitis. Si no se trata a tiempo, puede llegar al hueso que sostiene los dientes, provocando su pérdida e incrementando el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Para detectar esta enfermedad a tiempo, es clave conocer sus síntomas:
- Encías inflamadas, rojas y que duelen.
- Al cepillarse los dientes o al comer, las encías sangran.
- Retracción de encías.
- Los dientes se mueven.
Cómo prevenir la periodontitis.
Lo principal para no desarrollar esta patología es mantener una correcta higiene bucodental para eliminar la placa, cepillando los dientes durante dos minutos, al menos, dos veces al día, con pasta dentífrica fluorada y utilizar seda o cepillo interdental. También es recomendable acudir a revisiones periódicas al dentista, quién detectará cualquier patología oral e indicará el tratamiento adecuado para, en este caso, evitar la progresión de una fase leve a formas graves de periodontitis. Además, hay que seguir una dieta sana y equilibrada, basada en verduras, frutas, pescado y aceite de oliva, baja en azúcar, grasas y sal, y evitar otros factores de riesgo como el alcohol y el tabaco.