Según han informado en fuentes jurídicas, García Pellicer, acusado de entre otros, delitos de administración fraudulenta por la gestión de la red de clínicas junto a su socio Vicente Castañer Blasco, declaró ante el juez que la ‘culpa’ de la caída en desgracia de iDental fue la pérdida de confianza de los inversores por la mala fama de este tipo de asistencia ‘low cost’ tras el escándalo de VitalDent.
En concreto, sostuvo ante el juez que esa pérdida de confianza derivó en una merma en la financiación de entre tres y cuatro millones de euros al mes, situación que se volvió drástica cuando otra entidad les retiró el millón y medio de euros al mes con que les venía financiando. Fue así como se habrían visto abocados a recurrir al fondo inversor Weston Hill para vender la compañía, según su visión de los hechos.
Sin embargo, la investigación le sitúa como uno de los responsables de un agujero que acabó hundiendo a la compañía, porque promovieron una política de aperturas sin control que generó un agujero insalvable hasta que en octubre de 2017 vendieron iDental al fondo Weston Hill, cuyos socios están ya en prisión provisional por la misma causa.
Si los primeros están investigados por administración fraudulenta y delitos contra la Hacienda Pública -por impago de impuestos-, en el caso de los segundos la investigación apunta incluso a un posible delito de organización criminal ya que el modus operandi que utilizaron en iDental sería similar al que aplicaron con Institutos Odontológicos, una cadena que ya controlaban y para cuya supuesta expansión habrían estafado a un fondo estadounidense, Ares, 35 millones de euros.